Verás.
A diario vemos cosas tan comunes que ni las miramos.
Forman parte del paisaje.
Siempre han estado ahí.
¿O quizá no?
Se me ocurren mil ejemplos.
Piensa en la escritura, la rueda…
¿A quién se le ocurrió la costura?
En mi caso, ese elemento cotidiano son los resortes de espiral.
Perdón… los muelles.
La firma inconfundible de las máquinas de Pilates.
Pero ¿de dónde han salido?
Pues mira, no lo sé, pero…
La creatividad es mezclar conceptos que nadie había unido antes.
Eso hizo Peter Heilen en 1510 al juntar muelles y tiempo.
Gracias a él, un reloj pudo viajar en un bolsillo.
Como él, muchos otros lograron hacer común lo extraordinario.
Siglos después, en plena Primera Guerra Mundial, vuelve a encenderse la inspiración.
Joseph Pilates imagina su Universal Reformer en un campo de concentración.
Cambiar peso por resistencia elástica.
Una gran innovación.
La Revolución Industrial puso los muelles.
Él mezcló sus ideas de ejercicio con la tecnología más avanzada.
Y en 1925 patentó su máquina en Estados Unidos.
Así que en 2025 el reformer cumplió 100 años.
En plena forma.
Más actual que nunca.
¿Fuerza o movilidad?
¿Estabilidad o equilibrio?
¿Tumbado o de pie?
Da igual.
Lo que necesites, el reformer te lo da.
En otros entornos ya están descubriendo su potencial:
clínicas de fisioterapia, atletas profesionales…
Una máquina.
Infinitas posibilidades.
Disfrútala.
“La creatividad es inteligencia divirtiéndose.”
[ Albert Einstein]
Feliz semana.
Rober.
PD: Hay muchas lagunas en la historia del Reformer, pero lo que es seguro es que tenemos una formación para que aproveches al máximo esta máquina “universal”.
No lo dejes pasar, es imprescindible.

