Verás.
Te voy a hablar de la Reina Roja.
¿Del libro de Juan Gómez- Jurado?
No.
¡Ah! De la serie.
Tampoco.
De la hipótesis de la Reina Roja que planteó Leigh Van Valen en 1973.
No confundir con Eddie Van Halen, el del grupo de heavy metal.
Ese era otro.
Un tipo curioso este Van Valen.
Biólogo evolutivo.
Su hipótesis plantea la necesidad de evolucionar para evitar la extinción.
Parece lógico.
Una gacela en la sabana debe correr más rápido que un león.
Si no corre más…¡ñam!
Ahora el león debe esforzarse más porque la gacela corre que se las pela.
Si no corre más… ¡a pasar hambre!
Mi madre, en su infinita sabiduría, lo resumió en:
“Niño, espabila que te comen la merienda”.
¿Y esto cómo te afecta si no eres gacela o león?
Bueno…
Un par de ejemplos.
Las bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos.
Así que toca investigar más.
La inflación se come tus ahorros.
Pues que tu dinero se ponga a trabajar.
Como ves, la hipótesis de la Reina roja puede estar en cualquier sitio.
Pero…
¿No te da curiosidad?
El nombre.
¿Por qué la “Reina Roja”?
Lewis Carroll, este te sonará más.
Alicia también.
Viajó a través del espejo.
Allí se encontró con la Reina Roja.
Esta le explicó que, en su reino, para quedarse en el mismo sitio tenía que correr todo lo que pudiera.
Si quería llegar a otra parte…
¡Correr el doble de rápido!
Esto en 1871.
Hoy, la cosa sigue igual.
Hay que desafiarse para seguir avanzando.
Una repetición más, un poco más de peso, un ejercicio más difícil…
El mundo tiende al desorden.
Tu cuerpo también.
El mundo no espera.
Tu cuerpo tampoco.
¿Te vas a quedar atrás?
Feliz semana.
Rober.
¿Te ha hecho pensar?
Reenvíalo a alguien que lo necesite.
A veces, una idea sencilla cambia muchas cosas.

